Desde luego, este invento le quitará mucha gracia a las Navidades, porque ya no correremos el riesgo de quitarle un ojo a alguno de nuestros familiares al descorchar el champán. Este paracaídas permite que, al descorchar la botella, el corcho salga pero cayendo despacio hasta quedar en el suelo.
Este invento tiene la ventaja que ya mencioné antes, la de no quitarle un ojo a nadie, y además es gracioso, pero, desde luego, las Navidades no volverán a ser como antes.
